Una violenta pelea doméstica entre un hombre y su hijastro ha terminado con ambos detenidos por la Policía Nacional, que también acabó arrestando a la esposa y madre de los implicados porque agredió a los agentes que custodiaban a su marido en el Hospital Clínico de Santiago.

La agitada secuencia de hechos comenzó antes de las siete de la tarde del pasado sábado. La comisaría compostelana recibió una llamada alertando de que en un piso de la calle Torreira, en la salida de Santiago hacia Santa Comba, se estaba produciendo una pelea entre dos miembros de una familia que podía acabar muy mal.

 
De inmediato, dos patrullas de seguridad ciudadana, los denominados zetas, salieron en dirección al lugar del que habían recibido la alerta para intervenir. Lo que se encontraron los agentes fue a dos hombres armados con cuchillos de grandes dimensiones y que se habían causado lesiones en la disputa.

La peor parte se la llevó el de mayor edad, que resultó ser el padrastro del otro implicado en el altercado. Presentaba cortes graves en uno de sus brazos que afectaban incluso a los tendones, por lo que, tras detenerlo, una de las patrullas tuvo que trasladarlo de urgencia al Hospital Clínico, donde quedó ingresado y custodiado por policías para evitar una posible fuga.

Uno al hospital, otro al calabozo

El hijastro, que también tenía alguna lesión, aunque de menor consideración, fue inmediatamente trasladado a los calabozos, donde pasó la noche. Tanto él como su padrastro están ahora investigados por un delito de lesiones.

Cualquiera podría haber pensado que el violento incidente doméstico terminaría ahí, pero no fue así. Ya bien entrada la noche, pasadas las 23 horas, se presentó en el centro médico compostelano la madre y esposa de los dos arrestados. Pretendía entregarle un teléfono móvil a su marido, algo que no pudo hacer porque se lo prohibieron los agentes que estaban custodiándole porque estaba detenido.

 
La reacción de la señora fue muy violenta. Primero increpó y propinó varios golpes a los agentes, para terminar pidiendo un cúter al personal sanitario que allí se encontraba porque, según aseguraba a grandes voces, quería clavárselo a los policías. Por ello, acabó también detenida como su marido y su hijo, en este caso por un delito de atentado contra la autoridad.